Disfrazarse es cosa de niños, y de grandes, así lo demostraron la mayoría de funcionarios que el pasado Día de la Alegría se disfrazaron para salir a compartir con los más de 3.800 niños que salieron a disfrutar de este hermoso evento, donde no solo se lo gozaron de principio a fin, sino además, ayudaron darle orden a este gran espectáculo.
Las apariencias las dejaron a un lado, y se dejaron llevar por el espíritu de niño que nunca saldrá de sus corazones, porque se dieron cuenta que era el espacio perfecto para recordar esos dibujos animados que se veían por televisión y que eran tema del recreo en cada descanso en el colegio y en la escuela, como la familia Picapiedra, Los Pitufos, Papá Noel, Mickey Mouse, aunque otros se dejaron contagiar por Los Angelitos y por el infantable payaso, que es la alegría de las fiestas.
Pues sí, así se vistieron la mayoría de funcionarios de la administración municipal quienes además de ayudar a coordinar cada uno de los detalles del desfile, también se lo gozaron de principio a fin, porque era compartir un espacio, que de pequeños ocuparon como protagonistas, y que ahora estaban como antagonistas, sumergidos en un mar de recuerdos alegres.
Claro está algunos se inclinaron por los materiales comunes o prefabricados, otros sacaron su espíritu ecológico, y con materiales reciclables como el plástico, el Foamy, entre otros elementos, sacaron a relucir su creatividad, creando un disfraz de payaso muy original y único.
Al final la enseñanza principal que dejaron cada uno de los funcionarios que participaron del desfile, es que a pesar de la edad que se tenga el espíritu de niño nunca saldrá de sus corazones, y que se debe animar a los más chicos a que la tradición no se pierda en el mundo de los videojuegos o en el vicio.
Oficina Asesora de Comunicaciones
Alcaldía Municipal de La Virginia
No hay comentarios:
Publicar un comentario